Criaderos de cerebros colapsados. Clamando por la revuelta de nuestros egoísmos quietos.
Bajando cuerda vencida; cuerda rota y derrota tras derrota. Revoluciones amortizadas de conspiraditos del tedio. Mientras todo se consume en velas encendidas, a su querida presencia. Con el tambor vacío y bien empavonado, los comandantes de la frustracìón sueñan. Con sus nuevas banderas de siempre, con sus uniformes y sus partidos al medio. Comen por separado y quieren defecar en la unidad. Todos traidores menos ellos y sus madres. Todos pequeños y burgueses para su talle y su clase. Y por ahí te abrazan. Por ahí te saltan al cuello. Equilibristas impolutos. Imponen su elevada horizontalidad en rancias recetas verdes. Pastillas para dormir. Lagrimones geriatricos y oscuridad, a duras penas. Asamblea de tres. Y a eso le llaman siniestra. Mejor consíganse una virgencita y recen. Es casi lo mismo que hacer su revolución.
me gustaría empastar el papel con lo virtual y aquí usaría un resaltador amarillo
ResponderEliminar¿¿¿¿revoluciones amortizadas de conspiraditos del tedio????
me aburrió la onomatopeya de la risa, pero me estoy riendo, leichtux: miro, miro y admiro ciertos giros -hondos- de tu cínica expresión acorralada (adoro tus girondos idiomáticos)